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Compromiso de proteger los derechos de voto
Desde enero, 48 estados han presentado 389 proyectos de ley que equivalen a una vergonzosa y absoluta supresión de votantes, y muchos ya se han convertido en leyes. Estas leyes suprimen los procesos de votación que enriquecen nuestra democracia y conducen a una alta participación: prohibiendo los buzones de votación y la votación por correo, reduciendo los días y horas de votación anticipada, restringiendo quién puede obtener una boleta por correo, prohibiendo a los funcionarios promover el uso de boletas por correo incluso cuando los votantes califican, criminalizando la distribución de agua a los votantes que esperan en las largas filas estas leyes crean.
Las leyes racistas y antidemocráticas de supresión de votantes manipulan nuestras elecciones. Pero en Estados Unidos, las elecciones no son un juego, y las vidas dependen de sus resultados. Por eso, el 28 de agosto de 2021, marchamos en Washington, Atlanta, Miami, Houston, Phoenix y en otras 101 otras ciudades a lo largo de los Estados Unidos, y es por eso que no vamos a parar hasta que el Congreso pase protecciones federales para el derecho al voto de todos.


El 28 de agosto de 1963, el Dr. Martin Luther King dirigió a 250.000 personas en una histórica marcha sobre Washington. Allí, frente al Monumento a Lincoln, pronunció su famoso discurso “Tengo un sueño”, en el que hizo un llamado a la nación para que se levante y viva el verdadero significado de su credo. En ese momento, los afroamericanos vivían bajo la tiranía de las leyes, llamadas leyes “Jim Crow”, que legalizaban la discriminación racial. El discurso de ese día se ha convertido en uno de los momentos decisivos en la historia de Estados Unidos. Pero hoy, las restricciones para votar nos están moviendo hacia la era de Jim Crow.
Marchar es una forma de protesta no violenta, y la protesta es una de las formas de expresión democrática más antiguas de los Estados Unidos. Marchamos para hacer brillar la luz de la verdad sobre lo que está pasando en las legislaturas estatales, asegurarnos de que los estadounidenses comprendan lo que está en juego y brindar a la gente un mecanismo para exigir acciones sobre uno de los temas más urgentes de nuestra generación.
Hasta que el Congreso apruebe la Ley Para el Pueblo y la Ley de Derechos Electorales John Lewis, los derechos electorales y el futuro de la democracia están en grave peligro. Continuaremos luchando en las próximas semanas y meses para que el Congreso adopte una posición contra la erosión de la democracia, y necesitamos tu voz.